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¿Qué es el acoso laboral o mobbing?

  • Foto del escritor: Marta Diéguez
    Marta Diéguez
  • 3 jul 2018
  • 2 Min. de lectura



Signo de los tiempos, el maltrato o acoso laboral es un tipo de violencia psicológica en el entorno laboral. Esta práctica tiene que ver con un trato vejatorio y descalificador hacia una persona, con el fin de desestabilizarla psíquicamente.

Fue descripto por primera vez por el psicólogo alemán nacionalizado sueco Heynz Leymann, quien refirió la existencia de 45 tipos de actitudes hostiles que pueden repetirse al menos una vez a la semana durante al menos 6 meses. Entre ellas, las más habituales son: limitar la comunicación (no se le da toda la información que debiera tener), limitar el contacto social (se le aísla físicamente de sus compañeros), desprestigiar a la persona ante sus compañeros (por medio de bromas desagradables sobre su persona, por ejemplo), desprestigiar y desacreditar su capacidad profesional y laboral (no se valora el trabajo que realiza o no se le encarga trabajo) y en casos extremos comprometer la salud (bien sea con amenazas físicas más o menos violentas o destrozando sus pertenencias).

Se lo debe diferenciar del estrés laboral (sintomatología psicofísica que resulta de una percepción de demandas o exigencias superiores a las que creemos que podemos satisfacer) y del síndrome de “burn out” o el “estar quemado” (que es la situación que se padece tras estar sometido a fuertes demandas en el entorno laboral y que, como resultado, termina en despersonalización o falta de entusiasmo o visión de futuro laboral, y que resulta también afectando psicofísicamente al individuo).

Por otra parte, hay que aclarar que el mobbing no es una situación de conflicto, ya que un conflicto es bilateral, es decir, tiene dos lados en oposición. El mobbing es unilateral porque existe sólo una intención, la del acosador/a hacia su víctima. Puede tratarse de uno o varios agresores o acosadores y pueden ser tanto compañeros como subordinados, aunque lo más común es que sean jefes. La intencionalidad de anular, humillar y eliminar a la víctima puede apoyarse en la envidia, la baja autoestima o un control mal entendido por parte del acosador/a.


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