Próstata: la importancia del control periódico y el diagnóstico temprano
- Marta Diéguez
- 19 sept 2018
- 3 Min. de lectura

Para muchos es un tema tabú, por eso hay hombres que evitan o retrasan la consulta médica. Pero lo cierto es que la enfermedad prostática puede afectar de manera notable la calidad de vida de los hombres a partir de los 50 años. Lo paradójico es que si se hacen los controles prostáticos a tiempo permiten realizar un diagnóstico precoz tanto de patologías benignas como malignas, lo que hace que se puedan realizar tratamientos adecuados y eficaces y tener más posibilidades de éxito. Por eso, para hacer énfasis en la importancia de la prevención y para concientizar a la población es que se designó al 15 de septiembre, Día Mundial de la Salud Prostática.
La próstata, ¿ qué es y qué función cumple?
La próstata es una glándula que está ubicada justo por debajo de la vejiga del varón. Posee el tamaño de una nuez, y tiene como función, junto a los testículos y las vesículas seminales, producir semen. Está atravesada por la uretra, que conecta la vejiga con el exterior a través del pene, y permite evacuar la orina.
Puede padecer tres patologías principales:
Prostatitis: es una inflamación del tejido prostático que suele tener origen en una infección bacteriana o viral, aunque muchas veces su causa no puede ser precisada. El pico de incidencia se observa a los 35 años de edad.
Hiperplasia prostática benigna (HPB): consiste en un agrandamiento benigno de la glándula prostática. Los síntomas del tracto urinario inferior asociados a la HPB pueden comenzar a edad temprana, alrededor de los 45 años, pero los son mucho más frecuentes a medida que el hombre envejece. Existen estudios que han estimado que un 90 por ciento de los varones comprendidos entre los 45 y los 80 años de edad sufren algún tipo de síntomas del tracto urinario inferior: dificultad para iniciar la micción, aumento de frecuencia, urgencia miccional, sensación de vaciado incompleto, incontinencia urinaria.
Cáncer de próstata (CAP): es el tumor visceral más frecuente en el hombre. En la actualidad, gracias al diagnóstico temprano, pasó a ser la tercera causa de muerte luego del cáncer de pulmón y el colorectal.
La importancia del diagnóstico temprano
En los casos de cáncer de próstata, en los últimos años varios estudios demostraron que gracias a la aplicación de programas de diagnóstico temprano aumentó la detección de tumores curables y disminuyó su mortalidad. La detección temprana se realiza mediante un control urológico a medida de cada paciente, según su edad y la presencia o ausencia de factores predisponentes. El examen digital rectal (o tacto rectal) y el antígeno prostático específico en sangre (PSA) son los pilares del diagnóstico temprano. Existen opciones terapéuticas para todos los casos de CAP. No obstante, no todos requieren tratamiento y muchos pacientes solamente serán observados. Para quienes necesiten tratamiento, se han desarrollado nuevas tecnologías (radioterapia de intensidad modulada y radioterapia guíada por imágenes) y cirugías de mínima invasión que, si se toma el problema a tiempo, tendrán mínimas consecuencias para la calidad de vida del paciente.
Pero el diagnóstico temprano también es muy importante en el caso de Hiperplasia prostática benigna ya que es una patología que, aunque no implica riesgo de muerte, deteriora significativamente la calidad de vida de muchos pacientes. En algunos casos, librada a su evolución, conducirá a la afectación definitiva de la función vesical y a la insuficiencia renal. Esta patología se trata con medicamentos o con métodos quirúrgicos. Entre ellos, la vaporización con láser, que incluye una menor estadía hospitalaria y una pronta reincorporación a sus actividades habituales.
Asesoramiento: Servicio de Urología, Hospital Alemán
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