Hay que pasar el invierno
- Marta Diéguez
- 6 jun 2018
- 2 Min. de lectura
Las bajas temperaturas de estas épocas nos invitan a quedarnos más en casa y a cocinar platos más suculentos y, en muchos casos, muy calóricos. Por eso, hay que tener mucho cuidado para no cargarnos de molestos kilitos de más. En este sentido, una alimentación saludable, con productos de temporada y preparaciones lo más livianas posible es el antídoto ideal para ganarle a la temporada invernal

Frutas y verduras
Son fundamentales todo el año, en verano para hidratarnos y en invierno para proteger nuestro sistema inmunitario, gracias a su gran aporte de vitaminas y minerales.
Sin dudas, la vitamina C es la gran vedette de la temporada invernal, ya que ayuda a evitar resfríos. Y si bien todos la tenemos identificada con los cítricos (naranjas, limones, mandarinas, pomelos) también está presente en otras frutas y hortalizas como kiwis, ajíes rojos, perejil y brócoli.
Por otro lado, la vitamina A presente en acelga, escarola, espinaca y la mayoría de verduras de hoja verde ayuda a mantener fuertes dientes y huesos y a lucir una piel sana, gracias a sus propiedades antioxidantes.
La palta, que cada vez se va poniendo más “de moda”, suma vitamina E (antioxidante) y D (que colabora con la absorción del calcio) más potasio (de efecto diurético). Por su parte, el coliflor, el apio, la calabaza y la zanahoria comparten propiedades similares: nutrientes, fibra y poco aporte calórico.
Por último, la manzana, baja en calorías, compuesta por un 80 por ciento de agua y abundante en fibra (q regula el tránsito intestinal) y la pera ayudan a regular los niveles de sodio. Además, estas tres frutas de temporada contienen una proporción destacable de pectina, que favorece la digestión.

Cereales, legumbres y frutos secos
Solos o enriqueciendo platos de vegetales, los cereales especialmente en su variedad integral nos dan energía por más tiempo debido a su contenido de hidratos de carbono de absorción lenta. Los frutos secos tienen el mismo efecto pero con mayor aporte calórico, por lo que habría que controlar su ingesta. Pero además, más de la mitad de su composición son ácidos grasos cardiosaludables y por lo general aumentan la termogénesis, haciendo que gastemos más calorías cuando estamos en reposo.
En cuanto a las legumbres (lentejas, porotos, garbanzos) son otras de las preferidas de estas fechas. Aportan energía, proteínas vegales y mucha fibra y, además, tienen alto poder de saciedad.
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