¿Qué comer en tiempos de inflación?
- Marta Diéguez
- 16 oct 2018
- 2 Min. de lectura

Comer sano (calidad y cantidad suficiente) en épocas de crisis suele ser un conflicto para la economía familiar. En el marco del Día Mundial de la Alimentación, que se celebra hoy y cuyo lema es “Nuestras acciones son el futuro” la Fundación Barceló brinda algunas recomendaciones para mantener un estilo de vida saludable sin atentar al bolsillo.
Llevar una alimentación sana es fundamental para prevenir la malnutrición por excesos, enfermedades crónicas no trasmisibles como diabetes, hipertensión arterial, hipercolesterolemia, accidentes cerebrovasculares y/o déficits como anemias o desnutrición. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) considera la alimentación como un “requisito para la supervivencia y el bienestar de la humanidad”. Una alimentación equilibrada debe ser variada y adecuarse a cada persona dependiendo de su edad, sexo, actividad, nivel socioeconómico y hábitos-costumbres, aunque en todos los casos los principios básicos de alimentación saludable son los mismos.
Pero hay una realidad, especialmente en nuestro país. El aumento del costo de la canasta básica de alimentos impacta directamente en el acceso a alimentos saludables, optando en muchas oportunidades por productos más económicos pero pobres en términos nutritivos. Por eso, a la hora de hacer las compras y organizar el menú de la familia hay que tener en cuenta lo siguiente:
Carne: para tener la cantidad de proteínas y hierro necesario, la recomendación nutricional es de 50 a 60 g diarios, por lo que una albóndiga equivale a la porción recomendada. Se aconseja comprar cortes de menor costo como carne molida y combinarla con legumbres o cereales (como lentejas o arroz) para lograr calidad alimentaria.
Lácteos y derivados: aportan proteínas y calcio. Se aconseja consumir 50 g de queso tipo port salut, un vaso de leche, y una cuchara sopera de queso de rallar diarios.
Huevos: la unidad aporta proteínas de muy buena calidad. Se puede alternar con la carne para lograr un equilibrio proteico.
Frutas y verduras: Dos frutas y una porción de verduras diaria permitirán obtener vitaminas, minerales y fibras necesarias. Para abaratar costos se recomienda comprar productos de estación.
Por otra parte, para contribuir a la economía familiar conviene preparar los alimentos en casa en lugar de elegir deliverys o consumir las opciones industriales. De este modo, no sólo se conoce los ingredientes de cada comida sino que también se evita el alto consumo de grasas saturadas y productos artificiales.
Además, al momento de comprar es conveniente seleccionar productos de temporada y de origen local, no acudir a la compra en ayunas o en momentos del día en que se tiene más hambre (porque uno se siente tentado a comprar alimentos ricos en grasas). También es importante prever qué se necesita en la casa para no duplicar la adquisición de productos y terminar tirando alimentos vencidos. Por eso, antes de ir de compras conviene revisar la heladera y alacenas. Por último, hay que ajustarse a una lista elaborada con antelación, que incluya alimentos para una grilla de menúes semanales que contemple las necesidades alimentarias y nutricionales.
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